¡Al rescate de Nuestro Poder Material!
Por Miriam Coronado
Hace poco escuché un comentario hecho por Roberto, un audaz
y perseverante comerciante -“no se porque, pero siempre veo que las personas
que están en esto de lo espiritual y la sanación casi nunca están solventes”. A
partir de ahí empecé a repasar lo que ciertamente he ido escuchando a varias
personas que integran este campo y he observado con atención los diferentes
escritos acerca del tema en que se recomiendan afirmaciones, mandalas y
actividades que conllevan mensajes de sanación para la prosperidad.
En atención a ello siento que se hace necesaria una
constante auto-observación que nos permita reconocer en donde está el “nudo
personal” que necesitamos desatar para liberar nuestro poder material atrapado
precisamente por nuestra “espiritualidad”.
Entre otras cosas podríamos preguntarnos por ejemplo ¿Cómo
fue mi despertar espiritual? Encuentro personas que despertaron luego de tener
cuantiosas pérdidas y que antes habían tenido buen auge económico, lo que
identifican como un verdadero derrumbe -¡y cuando estaba en mi mejor momento!
refirió Luís, uno de los encuestados. Silvia y Oscar refieren que luego de
fuerte enfermedad encontraron asistencia en lo espiritual y a partir de allí
entraron en su formación como sanadores. Otro grupo manifestó que ésta es su
misión y como tal a eso se dedican. El común denominador que encuentro en ellos
es su gran dedicación a la labor que desarrollan y su actual dificultad
económica, lo que parecen ser dos fuerzas antagónicas de difícil equilibrio.
Esa “aparente dualidad” pareciera no ser mas que, en
estos casos, el resultado de una
“indecisión y falta de acuerdo del ego con la realidad”, por lo que tal
separación pudiera deberse a la grabación subconsciente que la pérdida dejó, bien
sea de salud o económica, y que en su momento fue la puerta de entrada con lo
espiritual o el camino sanador. Esta grabación pareciera mantener atrapada la
creencia de que la pérdida fue la llave que abrió este despertar y por eso se
va creando una resistencia a obtener ganancias materiales por el temor a perder
la ganancia espiritual.
Otra causa podría deberse al trauma generado por la pérdida
económica en si, lo que ha generado “miedo a ganar” lo material por el “miedo a
perderlo” después.
Muchas otras causas podríamos enumerar, tales como las
creencias, desvalorizaciones, patrones de limitaciones económicas que se
crearon generalmente en nuestra infancia, votos de pobreza ancestrales
heredadas y/o de vidas pasadas, que han quedado grabadas en nuestras memorias
celulares, pero lo más importante es ¡liberar el nudo emocional/mental de esta
vida! que mantiene bloqueada la capacidad de manifestación de nuestro poder
material, y que por supuesto va bloqueando poco a poco nuestros centros de
energía, sobre todo el básico, en donde nos conectamos también con el placer de
vivir.
Es conveniente siempre recordar que somos chispas
espirituales desde el principio de la creación, es el ego el que viene a
manifestar e integrar nuestros valores espirituales ¡que ya somos! y a veces le
cuesta aceptarlos y realizarlos. Entonces por qué tanto miedo a perder ¡Si lo
tenemos todo aunque no nos pertenezca nada!.
¡Levantémonos del letargo y rescatemos nuestro poder
material recordando siempre que la verdadera espiritualidad habita en el
corazón, y ella, como dijera aquella vieja canción, ni se compra ni se vende!
Con amor y bendiciones,
No hay comentarios:
Publicar un comentario